Una gota que se diluye en el océano, equilibrio paradójico de vivir muriendo, resultado de ser finitamente infinitos, representación de estados de comunión sin importar la incertidumbre del devenir que sobrepasa las nubes. Hablaba de decisiones meditadas y de corazón, esas mismas que no deberían ser malas per sé, aunque como seres imperfectos intentando resolver problemas, seguía siendo humano equivocarse. Puede que al final la aceptación no fuera una actitud derrotista sino una adaptación de los talentos en la línea temporal. Estaba claro que la implicación sin posibilidad de cambio no tenía sentido, pero éste inmovilismo era el mejor cultivo para la creatividad, esa misma que te ilumina de nuevos proyectos, transforma debilidades y por supuesto no deja de lado la gratitud: Thank u all for coming, very well.
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