Difícil decir a alguien que se equivoca, difícil llegar al final del juego y que no haya nada más, difícil que la vida se acabe, no sin hacer por ello de cada momento un valioso tesoro. Envidia de nada porque al final lo bueno o malo depende del filtro con el que se mire. Somos pequeños e inocentes niños esperando lo que viene y créeme que vendrán tiempos mucho peores, así que siéntate, respira hondo y disfruta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario