Cuando trabajas con otras personas te das cuenta de lo complicados que pueden llegar a ser los comportamientos humanos. A veces, dar contestación a lo que subyace es ardua tarea. Por supuesto, somos libres y no estamos determinados ni a nivel genético ni por nuestra historia ¡Pero qué difícil es explicar una personalidad cuando las variables cambian constantemente en función del contexto y el tiempo! De repente, te encuentras reacciones de lo más variopintas. Pero al final, todos nos equivocamos. No hay buenos ni malos, sanos o enfermos, simplemente marineros más avezados en capear el temporal.
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