Hay un problema en el momento de que en vez de ir sumando días, éstos se van restando. Se trata de evitar la toxicidad para entender obviedades como, por ejemplo, que somos pasajeros por la vida o que tras muchos trasbordos puede que no coincidamos en el mismo tren. Por eso, lo mejor es pedir ayuda sin miedo a recibirla y estar dispuesto a hacer todo lo que sea necesario, porque cuando tus ídolos se desploman y tus pilares se tambalean, gratitud es la palabra.
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