El tiempo pasa rápido, y como un chorro de agua fría se desparramó encima nuestra. No sólo se había terminado el capítulo, si no que tocaba cambiar de libro, algunos acaban bien, otros peor ¿Quién decide eso?
Agridulce es la palabra. Supongo que no siempre se puede caer bien, pero tampoco es para ponerse así ¡Qué difícil es que llueva a gusto de todos! y qué pena es tener que esperar al último día para decir las cosas ¡Con lo importante que es el día a día! Sobre todo me enorgullece no haber hecho las cosas del todo mal como para poder irme con la cabeza bien alta. Y no sólo por el hecho de no haber pasado indiferente, sino por haber intentado que las cosas sean un poco mejor.
De momento y casi sin buscarlo, había encontrado otro libro, que parece que versa de aventuras otra vez. Así que por supuesto que intentaré poner en marcha mis ideas como he hecho siempre, pero mientras tanto y por si no nos vemos luego, buenos días, buenas tardes y buenas noches.
El final del camino es el principio de uno nuevo.
ResponderEliminarQué gran razón
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