viernes, 27 de septiembre de 2019

Viva la academia

Se soltó de la mano y con pasos dubitativos comenzó a caminar, tanto tiempo diciéndole lo que tenía que hacer que el hecho de enfrentarse él sólo le suponía algo completamente extraño, pero pronto el miedo se desvaneció, descubriendo que todo estaba a su alcance y que lo principal no eran los conocimientos sino las aptitudes. Abogando clandestinamente en un mundo de sapiencia deshauciada por retornar a ese ateneo que un día se llamó universidad.

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