Cada vez estoy más
convencido de que los mejores planes son esos que surgen espontáneamente, como por ejemplo cuando en junio, en plena temporada de exámenes alguien dice: ¿Y
si nos vamos al camino de Santiago después de terminar?... Algo así como el
famoso a que no hay de Leo Harlem (sin el cual no conocerías Albacete).
Así fue como a las
19.30 la comunidad del anillo llegó a Pedrafita tras el diluvio universal en la
comunidad Castellano-Leonesa.
Reunido el grupo, el monje franciscano de la ermita de Orcebreiro nos estampó el primer sello en la acreditación dando el pistoletazo de salida a nuestra aventura. Después aprovechamos para tener una primera toma de contacto con
los albergues públicos de la zona, que como era de esperar estaban llenos, teniendo que alquilar una habitación privada. Aunque era doble conseguimos meternos
cuatro en la habitación, previa perjura a la dueña de que a diferencia de los anteriores peregrinos nosotros no nos íbamos a limpiar las
botas con las toallas del baño.
Antes
de cenar aprovechamos para entrar a la capilla de la ermita, donde de repente empezó a
parpadear la luz de la virgen y como si fuera una película de terror se apagó toda la ermita violentamente. Allí estábamos los cuatro con cara de póker, conseguimos salir de la ermita a duras penas, y una vez fuera respiramos más tranquilos cuando descubrimos que no fue fruto de las oraciones si no por la tormenta que
hizo que se fuera la luz en todo el pueblo. Finalmente cenamos y sin nada que
hacer nos pusimos a charlar a oscuras hasta que el sueño nos pudo.
- Sablada de 40€ por no llegar pronto
a los albergues públicos.
- En el infierno seguro que hacen dormir encima de la grieta de dos camas.
- Dejarse las chanclas en la habitación.
- En el infierno seguro que hacen dormir encima de la grieta de dos camas.
- Dejarse las chanclas en la habitación.