lunes, 13 de mayo de 2013

Rewind


Mira a tu alrededor. ¿Qué ves?

La inmensidad, dime, ¿todo eso existe de verdad?

Tan sólo tú puedes saberlo

No entiendo a qué te refieres…

Presta atención, hubo una época en la que los hombres pensaban que podían controlar todo, primero con el descubrimiento del fuego, y luego con complicados artificios y máquinas complejas. Dejaron atrás su propia naturaleza, se implantaron microprocesadores en su cuerpo, y manipularon sus genes. Aun así seguían siendo insaciables, porque querían controlar más y más. Llegaron a pensar que podían comprender los misterios del universo de hecho viajaron por él en su búsqueda. Jugaron a crear vida en probetas y consiguieron clonar innumerables especies. Crearon una red de datos virtual para comunicarse y se sorprendieron de cómo podían relacionarse unos con otros mediante las distintas plataformas.

No se dieron cuenta de que todo ya había sido inventado desde el principio, de que siempre se habían podido comunicar desde que el hombre es hombre y la mujer es mujer. Que sin ser dioses, pudieron desde el principio crear vida, que la máquina más perfecta que existe no es si no ellos mismos, y que por mucho que habían intentado mejorarla sólo habían conseguido producir mutaciones que les iban destruyendo poco a poco.

¿Y qué fue de esos hombres?

Muchos enloquecieron al ver hasta dónde estaba llegando su poder, entre los que quedaron con vida los desastres se sucedieron, porque no hay mayor pesar que la infelicidad. Intentaron volver atrás, pero el camino se había borrado, no sólo no sabían a dónde iban si no, lo que es más grave, se habían olvidado de dónde venían y de quiénes eran.

Pobres, se destruyeron a sí mismos… ¿No se pudo hacer nada para evitarlo?

Para ser tan joven haces unas preguntas muy difíciles de contestar, mira, el arma más peligrosa que puede tener una especie es la libertad.

Por eso te pido que cuando mañana te despiertes medites sobre estas palabras y seas tú el que contestes a mi pregunta.